jueves, 27 de octubre de 2011

CURVAS PELIGROSAS



Hace poco pude auxiliar a un chico que tuvo un accidente en la esquina de nuestro colegio, semanas antes otra alumna había tenido también un accidente en la mencionada esquina claretiana y que líneas abajo nos cuenta su historia. Qué sucede, quién puede ser culpable ante estos hechos, la irresponsabilidad de los choferes que solo quieren ganar más pasajeros, los alumnos que al llegar tarde bajan o literalmente se avientan de estas combis en movimiento. Juzgue usted.
Lo único que si puedo decir es Prudencia chicos, porque como dice el viejo refrán: Más vale perder un minuto en la vida, que la vida en un minuto.


Curvas peligrosas:

La mayoría de personas se levantan, encienden el televisor y miran las noticias. Siempre es lo mismo: asesinatos, accidentes de tránsito, muertes en general... Son cosas a las que los peruanos estamos acostumbrados. Reflexionamos 30 segundos y seguimos con nuestras vidas.
Yo era así…

29 de Agosto
Día normal. Casi.
Me levanto y enciendo la tele. Está en el canal 2, como siempre.
Me quedo viendo la pantalla, ¿qué veo? Mmm sí, muertes...
-¿Por qué no pasan algo interesante por una vez en la vida?- pienso

Entro al baño y me termino de cambiar, miro el reloj de mi cómoda -7.43- Otra vez tarde, para variar. Encuentro mi chompa y salgo “volando”. Escucho un ruido sordo: una moneda. Mi salvación.
Cruzo la pista y para mi “maravillosa” suerte pasaba un bus, lleno, pero algo era algo.Estábamos ya casi en la esquina.
-Ya yaya, los de de la esquina aprovechen- dijo el cobrador

Empujones para poder llegar hasta la dichosa puerta. Un escalón, otro escalón. La pista. Lo único que alcancé a ver fue un Rav4 rojo a unos dos metros de mí, iba a toda velocidad.
Lo de ver toda tu vida en 1 segundo es una GRAN mentira, ¿A quién se le habrá ocurrido?
Alcancé a retroceder, me golpeó el brazo y pasó encima de mi pie izquierdo. Me pegué a la puerta del bus donde acababa de bajar hace solo 20 segundos. Tuve suerte que el bus no se moviera porque la historia sería otra.

Termine de cruzar, qué me quedaba.
El pie lo sentía frío e hinchado. El conductor, padre de familia claretiano, se terminó de estacionar, se bajó y me trato de ayudar.
-Tengo que-que avisar al colegio- articulé.
Sé que en momentos así, el colegio puede ser algo trivial pero por más padre de familia que sea, no se debe de confiar en la gente tan fácilmente. Vi policías, padres de familia tratando de ayudarme y por último al doctor.
-No, sí sí sí, llévenla al hospital- dijo el doctor. Me preguntó si necesitaban esperar al doctor para eso.
Me subieron al auto que me había atropellado y llegué después de 5 minutos a San Gabriel.

Resultado:
El carro pasó tan rápido qué solo me produjo pequeñas hemorragias internas. Todo el empeine de mi pie estaba morado y de verdad que dolía.
Dos semanas con una incómoda férula. Solo aguanté una semana
Una semana de rehabilitación.

Las situaciones de peligro siempre se van a presentar pero en nuestro poder esta ser precavidos.
Yo por mi parte aprendí la lección, aunque sería mentir si les digo que no volví a llegar tarde. Qué puedo decir, los malos hábitos son difíciles de perder.
Descubrí que tengo amigos muy valiosos que hicieron de enfermeros y que me daban ánimos. Se los agradezco de corazón.












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