Pasamos ocho horas diarias en nuestro colegio, cinco días a la semana, aproximadamente nueve semanas cada bimestre y tenemos cuatro bimestres. Ahora si me permiten, voy a usar mis dotes de gran matemático y logro aproximar que pasamos 1440 horas o su equivalente 86400 minutos en nuestro queridísimo colegio, sin contar los talleres extracurriculares o las horas que se usan fuera del horario de clases para poder tener contacto con tus amigos.
Acá estudiamos, jugamos, corremos, leemos, escribimos, saltamos, lloramos, reímos, plagiamos, soplamos y nos divertimos con nuestros amigos. Es decir, nuestro colegio es como nuestra verdaderacas a ya que aquí es donde más tiempo activo pasamos y donde nos mostramos como realmente somos.
Pero mi objetivo hoy no es analizar lo que implica estar en el colegio, sino mi objetivo es preguntarte a ti, compañero claretiano que es lo que para ti significa ser claretiano; ya que es aquí donde pasamos y pasaremos 11 tortuosos y placenteros años llenos de amigos, letras, diversión y números.
Bueno amigo claretiano, si aún no se te ha ocurrido alguna idea, no te sientas mal que a mí me tomó cerca de dos días analizar esta pregunta a fondo. Y dicho esto, te comentaré cual fue el resultado que me hice ante esa pregunta tan complicada e inesperada y espero que mi respuesta te sirva para que tú te puedas responder esa pregunta.
Ser claretiano para mí significa ser una familia que progresa, digo una familia porque considero que en estos 7 años que he vivido en este maravilloso colegio he podido establecer relaciones de amistad muy sinceras y buenas, a las cuales yo considero que son como mi familia, y digo que progresa porque en todos mis años veo como mis compañeros a pesar de sus problemas u otros motivos siempre tratan de mejorar (o tratan de no jalar o tratan de entrar en el tercio superior).
Sé que aunque mi repuesta suene un poco cursi, sé que tengo la razón porque he dicho cosas que tú en el grado que estés vas a poder opinar lo mismo que yo.
Dicho esto me puedo retirar, no antes despidiéndome de ti, estimado colega de estudio, y agradeciéndote por leer esta sacrificada nota que he tenido que hacer.
